La Iglesia Católica anunció que cerrará sus templos, para evitar aglomeraciones que puedan propiciar el contagio de COVID-19. Estas instituciones le piden a sus fieles seguir las misas por los medios de comunicación.
Los obispos indicaron que el propósito de estas medidas es para proteger a los fieles y promover la salud pública. , «hemos tenido en mente a todos nuestros compatriotas y especialmente a las personas en estado de vulnerabilidad (diabéticos, cardiópatas, hipertensos, asmáticos y adultos mayores) y sin olvidar a los contagiados por este virus y sus familiares».
Las autoridades religiosas, han decidido celebrar la Santa Misa en privado, de conformidad con las prescripciones del Derecho canónico.
«Pedimos la comprensión y obediencia debida a nuestros fieles en estos difíciles momentos que vivimos con el fin de salvaguardar la mayor cantidad de vidas humanas en esta extrema situación que vivimos», sostienen.